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Las tres doctrinas

Muchas personas creen que la doctrina no es importante para la salvación y por lo tanto cada quien es libre de creer lo que mejor le parezca. Las Escrituras Divinas revelan lo contrario (1Timoteo 4:16). La palabra doctrina significa simplemente “enseñanza.”

Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.

Las Escrituras Divinas afirman que hay tres doctrinas fundamentales que están circulando en este mundo: 1. Doctrina de hombres. 2. Doctrina de demonios, 3. Doctrina de Dios.

  1. Doctrina de hombres (Mateo 15: 1-20).

Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.  Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres (Mateo 15: 8-9).

Cuando los hombres convierten sus tradiciones en mandamientos que sustituyen los mandamientos de Dios, entonces son doctrinas vanas que no pueden garantizar la salvación de Dios para los hombres. Jesús afirma que seguir los mandamientos de los hombres para seguir una religiosidad pagana es vana (vacía, no funciona ante Dios).

El problema que enfrentamos los hombres no es hacer cualquier cosa que se invente en su mente para lograr la salvación de Dios. Las tradiciones de los hombres no pueden perdonar los pecados y no seguir esas tradiciones paganas no te hacen pecador. Jesús afirma que somos pecadores porque de nuestra mente salen los malos pensamientos, robos, adulterios, asesinatos, falsos testimonios, fornicaciones, blasfemias y esto es de lo que realmente necesitamos ser perdonados (Mateo 15: 19-20).

Las tradiciones o fiestas patronales más bien alientan a los que participan de ellas a pecar contra Dios.

La iglesia del primer siglo gozaba de las enseñanzas de Jesús y sus apóstoles. Era una iglesia que sus fundamentos provenían de Dios. El Espíritu Santo a través de la inspiración revelo que vendrían revelaciones que no son de parte de Dios, sino de demonios. Personas que iban a ser guiadas por la inspiración de los demonios.

Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;  por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,  prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad (1 Timoteo 4:1-3).

Si estas en una religión que sigue esta enseñanza de demonios debes reflexionar en esto.

enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

La doctrina de Dios es aquella que únicamente es inspirada por Dios (2 Pedro 1:19-20). Los hombres no hablaron por su propia cuenta, sino Dios por medio de ellos. Los apóstoles fueron hombres que Dios hablo por medio de ellos (Efesios 2:20).

edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo.

Las personas deben permanecer en esa misma enseñanza como lo hacían los primeros cristianos (Hechos 2: 41-42).

Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

Las enseñanzas de Jesús y los apóstoles  deben enseñarse hoy. Cualquier enseñanza que va en contra de la enseñanza de Dios; es doctrina de hombres o de demonios. Si quiere saber más de esta enseñanza y otras

Te invitamos a visitarnos

¿Qué es la iglesia de Cristo?

La iglesia de Cristo es un grupo de cristianos que desean ser seguidores de las enseñanzas de Jesús y seguir su legado. Jesús ordeno a sus apóstoles que se siguiera haciendo discípulos por todo el mundo y que se enseñara a los nuevos discípulos a guardar todas sus enseñanzas. Esto haría que su presencia estaría siempre con todos sus discípulos (Mateo 28:19-20).

Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,  enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.

¿Cómo se puede hacer discípulos según las escrituras?

Las escrituras del Nuevo Testamento enseñan como los discípulos hacían nuevos discípulos. Los que iban creyendo seguían un mismo patrón, es decir, las personas oyendo, creían, se arrepentían, confesaban, se bautizaban, permanecían juntos y fieles.

Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia. También creyeron y fueron bautizados muchos de los corintios que oyeron a Pablo (Hechos 18:8).

Es necesario no solo creer sino que debe haber arrepentimiento sincero. Los apóstoles afirmaron que lo que se debía hacer para recibir el perdón de Dios era necesario Arrepentirse y Bautizarse (Hechos 2: 37-39).

Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: —Hermanos, ¿qué debemos hacer? Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo.  En efecto, la promesa es para ustedes, para sus hijos y para todos los extranjeros, es decir, para todos aquellos a quienes el Señor nuestro Dios quiera llamar.

Es necesario confesar que Jesús es Dios y que resucito de entre los muertos (Romanos 10: 9).

que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.

Es necesario bautizarse para ser salvo (Marcos 16:15-16).

 Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.

Es necesario que el nuevo discípulo sea fiel hasta la muerte (Apocalipsis 2:10).

No tengas miedo de lo que estás por sufrir. Te advierto que a algunos de ustedes el diablo los meterá en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán persecución durante diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

La verdad es que hay más ejemplos de este modelo de salvación según las enseñanzas de los apóstoles. Usted puede seguir investigando estos ejemplos de conversión en el Nuevo Testamento porque no hay otra forma de convertirse en cristianos:

  1. Hechos 2: 36-41.
  2. Hechos 8:36-38.
  3. Hechos 9: 10-18.
  4. Hechos 10: 24, 47-48.
  5. Hechos 16:13-15.
  6. Hechos 16: 31-34.
  7. Hechos 18:8.
  8. Hechos 19: 1-7.

Amado amigo te quiero dar una luz en este mundo de confusión religiosa con la única luz verdadera que es la palabra de Dios como dicen las Escrituras, Dios es siempre veraz, aunque el hombre sea mentiroso Romanos 3:4).

Si quieres saber más detalladamente la información puedes visitarnos o contactarnos.

“El BAUTISMO EN EL PLAN DE DIOS PARA REDIMIR AL HOMBRE”

“El Bautismo en el Plan de Dios para Redimir al Hombre”

Todos nosotros en algún momento de nuestra vida, en la comprensión de alguna enseñanza de las escrituras, somos Apolos en potencia, Hechos 18:24  “Llegó entonces a Éfeso un judío llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras.” ya que necesitamos de alguien que nos ayude a comprender mejor algunos temas de las sagradas escrituras.

Hablando de Apolos, la escritura nos dice qué fue lo que dos siervos del Señor hicieron por él, Hechos 18:25, 26  “Este había sido instruido en el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso, hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan.  Y comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le expusieron más exactamente el camino de Dios.”

No cabe la menor duda de que si Apolos solo conocía del bautismo de Juan, y que incluso si había sido bautizado de esa manera; Apolos hizo las correcciones necesarias para dar honor al Señor y de seguro que desde su encuentro con Priscila y Aquila en adelante, predicó el bautismo en Cristo de acuerdo al propósito divino, porque más adelante lo vemos enrolado en el ministerio.

De igual manera le ocurrió a otros doce hombres Hechos 19:7. Se imagina estar frente a 12  discípulos, Hechos 19:1, 2: “Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Éfeso  y hallando a ciertos discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.”

La frase “Cuando creísteis” es muy importante. El apóstol Pablo nos dice en Efesios 1:13: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo  de la promesa”  El Espíritu Santo nos dice lo que ocurrió cuando oyeron y creyeron. El resultado fue que fueron sellados con el Espíritu Santo. Tenemos que reconocer que no dice “cómo fueron sellados” Pablo, inspirado por el Espíritu Santo no especifica ese asunto, pero los cristianos en Éfeso sí sabían de qué hablaba el apóstol. De este pasaje también enfatizamos que en primer lugar los ciudadanos de Éfeso cuando oyeron el mensaje del evangelio de acuerdo al Plan de Salvación TUVIERON FE. Romanos 10:17  “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
Sin fe es imposible agradar a Dios Hebreos 11:6. Debemos creer confiadamente en la existencia de nuestro Dios Soberano y la Obra Redentora de Cristo como nuestro Salvador. Hebreos 11:1. Solamente depositando nuestra FE en Cristo como Salvador del mundo podemos tener esperanza de Salvación. Juan 8:24.

En segundo lugar, DECLARARON PÚBLICAMENTE SU FE  EN EL SEÑOR. Hechos 19:17,18  “Y esto fue notorio a todos los que habitaban en Éfeso así judíos como griegos; y tuvieron temor todos ellos, y era magnificado el nombre del Señor Jesús. Y muchos de los que habían creído venían, confesando…”  Nota: Declarar públicamente su fe significa decir, confesar, o declarar delante de las personas que “Cristo es el Hijo de Dios.” Jesús dijo: Mateo 10:32  “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.”  Pedro dijo en Mateo 16:16“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.” Pablo enfatiza: Romanos 10:9,10: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” Nota: “SERÁS SALVO” aquí habla de algo que va a ocurrir en el FUTURO, no es lo mismo decir SOS SALVO (presente) que decir SERÁS (futuro) porque con solo creer y confesar NO SE ES SALVO TODAVÍA. Hay que hacer algo más, por eso dice SERÁS.

En tercer lugar se ARREPINTIERON DE SUS PECADOS. Siguiendo con nuestro pasaje anterior Hechos 19:18,19“Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.” ¿De qué hechos daban cuentas? ¿Por qué quemaron esos libros tan caros? Sencillamente porque daban cuentas de sus pecados, se arrepintieron de sus obras infructuosas de la carne, y abandonando el mal, se deshicieron del vínculo pecaminoso. Isaías 1:15:18 dice: “Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” El Arrepentimiento consiste en DEJAR DE HACER LO MALO Y APRENDER A HACER EL BIEN. Hechos 3:19 nos dice:  “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” Parte de la conversión es la decisión de arrepentirnos para poder tener opción al perdón de nuestros pecados y recibir todas las bendiciones espirituales, el refrigerio del alma.

En cuarto lugar vemos que los que habían creído se BAUTIZARON. En Hechos 18:8 leemos “Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados”  Hechos 2:38: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” Jesús dijo en Marcos 16:16“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” Aquí es donde el creyente entra en el estado de salvación, al obedecer el plan de Dios para redimir al hombre entrando en las aguas del bautismo para tener contacto con la sangre de Cristo. De él dependerá mantenerse firme en el camino del Señor, perseverando para alcanzar la gloria eterna. Note la frase “CREÍAN Y ERAN BAUTIZADOS” en Hechos 18:8.

“CREÍAN Y ERAN BAUTIZADOS” Es por eso que Pablo, volviendo al inicio de este artículo, preguntó en Hechos 19:2a “¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis?” “CUANDO CREÍSTEIS” implicaba la obediencia al Plan de Salvación. LA FE SE OBEDECE Romanos 1:5 “y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre” NO TENÍA QUE VER CON SOLO CREER como algunos suponen y era algo que LOS QUE OYERON ESTA PREGUNTA SABÍAN Y ENTENDIERON MUY BIEN. La respuesta de ellos en Hechos 19:2b, “Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo.”  Nosotros sabemos que la razón por la cual se extrañaron y no sabían nada del Espíritu Santo es que el bautismo de Juan no hablaba de eso, y lo maravilloso fue que cuando Pablo les aclaró este importante tema aceptaron la Palabra de Dios y el resultado fue: Hechos 19:5 “Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús” porque como ya hemos establecido a la luz de la revelación divina en Hechos 2:28 al ser bautizados recibieron el Perdón de sus pecados y la presencia del Espíritu Santo en sus corazones. 

Hoy en día vemos que hay muchas personas que creen que ya son salvos antes de ir a las aguas. (Aceptaron a Cristo como Señor y Salvador, mediante una oración) Lo triste en este caso es que como dice el hermano Larry White en sus estudios acerca del bautismo, “entran a las aguas con los pecados secos, y salen de las aguas con los pecados mojados” porque no conectaron su mente, su corazón, su FE en el hecho de que en ese momento es cuando la persona es lavada de sus pecados, como dice Hechos 22:16“Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.” La oración hecha por un pastor para declarar a una persona SALVA al ACEPTAR A CRISTO COMO SEÑOR Y SALVADOR NO APARECE EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS”

Estimado amigo, en mi corta carrera predicando el evangelio (más de 30 años) he tenido la maravillosa experiencia de ayudar a muchas personas, de muchos grupos religiosos a venir a los pies del Señor después de renunciar a sus creencias religiosas. La puerta está siempre abierta para los que quieren agradar a Dios. Hemos estado hablando de un tema primordial. Sé que hay muchos temas en conflicto actualmente en el ámbito religioso porque lamentablemente la apostasía ha ganado mucho terreno en el movimiento cristiano, pero siempre habrá luz en las escrituras para aclarar cualquier confusión religiosa.

Que El Señor esté contigo y los tuyos,

Mainor Pérez Medina

 

“CRISTO EL MESÍAS Y ENVIADO DE DIOS”

“CRISTO EL MESÍAS Y ENVIADO DE DIOS”

Mateo 15:21-28

INTRODUCCIÓN

A. Saludar.
B. Leer el pasaje y dar el tema.

I. LA BÚSQUEDA DE CRISTO EL ENVIADO DE DIOS VS 21,22.

A. La razón por la que estaba en esta área.

  1. Los celos de Herodes (14:1s)
  2. La hostilidad de los fariseos (12:14; 15:1,12)
  3. Y las ideas fanáticas de las masas (Juan 6:15 “Rey”) obligaban a Jesús a retirarse de Galilea, como antes en 14:13.
  4. Esta es la primera vez que salió de Palestina para andar en un país extranjero. Algunos suponen que no salió de Palestina, pero Mar. 7: 24,31 dice, “Levantándose de allí, se fue a la región de Tiro y de Sidón; y entrando en una casa, no quiso que nadie lo supiese… Volviendo a salir de la región de Tiro, vino por Sidón al mar de Galilea, pasando por la región de Decápolis”.
  5. Jesús no entró en Tiro y Sidón para predicar, sino porque quería tener tiempo para relajarse y descansar de las actividades de las semanas pasadas en Galilea.

B. Pero, su fama se había extendido y aun allí fue encontrado por alguien que le buscaba ansiosamente. La mujer sirofenicia.

  1. Marcos añade la frase, “pero no pudo esconderse” (no pudo quedar oculto). Le sobró fama (Mat. 4:24), y aun allí lo conocían.
  2. La mujer era griega, y sirofenicia de nación; que había salido de aquella región al encuentro del Mesías y Salvador.
  3. ¡Señor, Hijo de David! (este nombre equivale a Mesías.)
  4. Tenía mucha fe en Cristo como veremos en el v. 28.
  5. Dijo, “ten misericordia de mí”, pero en realidad pedía por su hija; una madre fiel sufre cuando sus hijos sufren. Hace suyo propio el caso de su hija; Hizo del problema de su hija el suyo propio. Como esta madre y su hija fueron inseparables, así también deben ser los discípulos de Cristo.

C. Y tú apreciable amigo, ¿cuánta sed de Dios tienes, cuánto buscas de la presencia y voluntad de Dios?

  1. El profeta dijo: “Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca.” Lam 3:25.
  2. Se acuerda de la canción “Búscalo, búscalo, y verás que al fin la paz encontrarás, y todo cambiará” José Luis Rodríguez.

II. LOS OBSTÁCULOS EN LA BÚSQUEDA DE CRISTO EL ENVIADO DE DIOS VS. 23,24, 26.

A. Jesús no le respondió palabra. ¿Por qué?

  1. En Mateo 9:27-29. Que sepamos Jesús no dijo nada a estos dos ciegos en el camino. Después, “llegado a la casa”, les hizo caso y abrió sus ojos v.30.
  2. Jn. 6:5,6 “Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer”.
  3. Jesús probaba la fe de la gente, y dejaba que la fe madurara y se refinara. En este caso dejó que la fe de esta mujer se expresara. Si Jesús hubiera sanado su hija inmediatamente, no habríamos tenido la hermosa expresión de humildad y fe de los vv. 26, 27.
  4. “El silencio de Dios nunca debe ser interpretado como indicación de que Él no está dispuesto a contestar nuestras oraciones.” Aun cuando Él calla, posiblemente esté arreglando la misma respuesta que deseamos. Su silencio puede indicar su deseo de que nosotros aprendamos la disciplina de la oración paciente y el esperar humilde.
  5. Dios contesta nuestras oraciones pero NO lo hace de acuerdo a las exigencias que  tratemos de imponer sobre Él; “Dios siempre sabe lo que hace y cuándo lo hace”

B. Los discípulos desesperados le ruegan a Jesús que la despida v.23.

  1. Probablemente los doce, le rogaron, diciendo: “Despídela, pues da voces tras nosotros.” Nos tiene fastidiados.
  2. Sin duda Jesús ya sabía lo que iba a hacer, pero los apóstoles no comprendían nada de eso.
  • Tal vez ellos dicen esto en base a que “Jesús no le respondía palabra”.
  • ¿Qué había en la mente de los apóstoles, no lo sé, pero de seguro no fue una buena actitud.

C. Jesús responde negativamente.

  1. En varios textos el pueblo de Israel se llama el rebaño de Dios, Sal. 79:13.
  2. El ministerio personal de Cristo en la tierra era para los judíos, Mat. 10:5.
  3. Jesús no vino al mundo para predicar a todas las naciones.
  4. Ese ministerio sería llevado a cabo por los apóstoles después 28:19.
  5. Jesús nació, vivió, trabajó y sufrió entre los de su propia nación, los judíos, pero al mismo tiempo estaba entrenando a los apóstoles para que trabajaran entre todas las naciones. Dijo claramente a los judíos que tenía “otras ovejas que no son de este redil”; se refiere a los gentiles. Jn. 10:16. “También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”.
  6. Jesús dijo: “No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Jesús no dice “perros” como en 7:6, sino que usa la forma diminutiva, “perrillos”, para muchos expresando cariño.
  7. Jesús no compartió el prejuicio de los judíos contra los gentiles, pero sus palabras llevaban una respuesta negativa.
  8. Y usted ¿qué hubiera hecho al tener semejante respuesta? De seguro que muchos de nosotros hubiéramos dado la vuelta y terminado el asunto.

III. SUPERANDO LOS OBSTÁCULOS EN LA BÚSQUEDA DE CRISTO EL ENVIADO DE DIOS VS. 25,27.

A. La mujer vino y se postró ante él.

  1. Era mujer muy humilde; adoró a Cristo, diciendo: ¡Señor, socórreme!
  2. Este es otro ejemplo de la importunidad — perseverar en oración — enseñada por Jesús en 18:1-8 La Viuda.
  3. En este otro caso de “importunidad” como el de la viuda importuna de Lucas 11:8  vemos la diferencia entre la verdadera oración que agrada a Dios y la oración fría, calculada, monótona y apática.
  4. Sea en privado o sea en la reunión de la iglesia, si vamos a orar, nos conviene orar con una expresión sincera y ferviente del corazón — y no simplemente “orar por orar”.
  5. Esta mujer bien sabía que Cristo era su única esperanza y nosotros ¿qué? ¿tenemos otra?.

B. Y ella dijo: “Sí, Señor.” V.27. Debemos siempre estar de acuerdo con el Señor no importa lo que nos diga.

  1. “Pero aun los perrillos (debajo de la mesa, Mar. 7:28) comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”.
  2. Ella aceptó que Jesús fue enviado a los judíos, pero aunque estaba sumisa a lo que Él decía, buscaba una ínfima oportunidad para apelar por su hija.
  3. Por eso, su argumento fue que aunque su ministerio era para los judíos, podría dar “migajas” a un pobre gentil.
  4. Esta mujer era humilde pero también muy lista.
  5. Al decir “perrillo” Jesús le dio a la mujer ocasión para argumentar a su favor.

C. Ella no manifestó resentimiento ni preguntó, “¿por qué”?

  1. No negó lo que Jesús dijo, pero simplemente aprovechó esta buena oportunidad para expresar su humildad y fe.
  2. ¿Por qué no se ofendió ella? ¿Por qué no dijo como muchos de nosotros diríamos en semejante caso, “Muy bien, si no quieres ayudarme y sólo quieres insultarme, basta ya, me voy”?
  3. Porque esta mujer no era egoísta, sino que amaba a su hija fervientemente y por esa razón tuvo un propósito firme y singular: quería de todo corazón que Jesús sanara a mi hija; por esa razón persistió.

CONCLUSIÓN.

A. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; v. 28.

  1. Esto nos recuerda la frase “ni aun en Israel he hallado tanta fe” Mateo 8:10 como la del centurión, un gentil.
  2. Aquí en esta mujer Jesús encuentra otro caso de una fe excepcional, y otra vez en un gentil.
  3. La fe de esta mujer venció varios obstáculos.

B. Habló con Jesús como Jacob hablaba al ángel: Gén. 32, “26 No te dejaré, si no me bendices”.

C. Esta es la fe que mueve montes. Mateo 17:20 “Jesús les dijo:  Por vuestra poca fe;  porque de cierto os digo,  que si tuviereis fe como un grano de mostaza,  diréis a este monte:  Pásate de aquí allá,  y se pasará;  y nada os será imposible.”

D.  V. 28. “Hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.” Y Usted amado amigo, también puede alcanzar el favor de Dios.

E. Que Dios nos bendiga.

JESUCRISTO PROFETA Y DIOS NOS HA VISITADO

JESUCRISTO PROFETA Y DIOS NOS HA VISITADO
Lucas 7:11-16

INTRODUCCIÓN

A. ¿Qué le parece si de repente usted tiene un visitante a su casa como este?

  1. Foto de Jesús golpeando una casa.
  2. Te has preguntado ¿cuántas veces Jesús te ha visitado hasta el día de hoy

B. Hay muchas formas en que nuestro Señor Jesucristo nos ha visitado y quizá muchas veces no le hemos abierto la puerta.

C. Leamos Lucas 7:11-16.

D. Dar el tema.

I. JESUCRISTO PROFETA Y DIOS ESTÁ MIRANDO LA TRISTE CONDICIÓN INTEGRAL DE CADA SER HUMANO.

A. Su infinito amor, cual raudal continuo de gracia divina no cesa de observar el camino y destino de cada criatura en la faz de la tierra.

  1. Job 34:21 “Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, Y ve todos sus pasos.”
  2. Jesús conocía exactamente la condición quebrantada, triste, y atribulada de la Viuda del pueblo de Nain.
  3. Sabía del dolor que cargaba su corazón después de la pérdida de su esposo, y ahora su hijo.
  4. Sabía de la carga pesada de la viudez en medio de una sociedad donde las viudas no valían nada, y ahora más desamparada por la pérdida de aquel que era su única esperanza para poder sobrevivir, su único hijo.

B. De igual manera mi hermano y amigo, El Señor sabe cuál es la situación actual de cada uno de nosotros.

  1. Sabe de nuestros dolores, de nuestras enfermedades, de nuestras preocupaciones, de nuestras amenazas, de nuestras incertidumbres, de nuestras debilidades, de nuestras promesas, de nuestros pecados.
  2. Todo lo sabe, no hay nada de nosotros oculto ante sus ojos. Proverbios 15:3.

E. Al igual que tuvo tiempo para la viuda de aquél recóndito pueblo:

  1. También tiene tiempo e interés por tu bienestar, por nuestro bienestar.
  2. El Señor enjugará nuestros corazones abatidos con su cálido y dulce amor, y misericordia.

II. JESUCRISTO PROFETA Y DIOS SE COMPADECE DE LA TRISTE CONDICIÓN INTEGRAL DE CADA SER HUMANO.

A. Una procesión entraba y otra salía. Cuando Jesús se acercaba pausadamente con la multitud de personas que le acompañaban a la ciudad de Naín pudo observar:

  1. Al ángel de la muerte encabezando la procesión de los que acompañaban a viuda. Con su bandera negra, pregonando muerte y dolor.
  2. Por un lado una procesión de profesos triunfantes, por el otro lado profesos abatidos, profesos alegres, profesos tristes, profesos esperanzados, profesos desesperanzados.

B. Pero en medio de este oscuro escenario no podía faltar el aroma dulce y refrescante de la gracia y ternura divina. No podía faltar el profundo sentimiento de amor, de compasión del Rey de Reyes y Señor de Señores.Del Dios y Salvador de nuestras almas.

  1. Compasión: DRAE; Sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias. Diccionario Enciclopédico Ibalpe 2004; Sentimiento de ternura que se tiene por la desgracia o mal que padece uno.
  2. Jesús llenó la copa de compasión y fue como que si lanzó contra el ángel la copa diciéndole, NO, No, esta vez NO, y desde ese instante al acercarse más y más al féretro la oscura sombra de la muerte se fue alejando del lugar ante el majestuoso creador de todo cuanto existe.
  3. Y le dijo a la mujer; “No llores” ¿Y quién no llora amados, ante la pérdida de un ser querido? ¿Acaso es pecado llorar? No mis amados hermanos y amigos, todos grandes y pequeños de alguna manera somos sacudidos por los efectos mortales de la muerte. Pero, cuando Jesús dijo no llores sabía lo que venía por delante, sabía que la causa de la mujer no estaba perdida, sabía que pronto las cosas cambiarían.

C. Y amados, las cosas no han cambiado, el mismo Señor que vio a la viuda del pueblo de Naín es el mismo Señor en el cual nosotros hemos creído y depositado nuestra confianza.

  1. Es el mismo Señor, profeta y Dios, según el pasaje que nos ocupa que quiere derramar su compasión sobre usted y yo. Pero de nosotros depende aceptar, creer y someternos a su voluntad.
  2. Hebreos 4:15, 16; “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
  3. Acerquémonos amados a la fuente de gracia y amor divino.

III. JESUCRISTO PROFETA Y DIOS RESTAURA LA CONDICIÓN INTEGRAL DE TODO SER HUMANO.

A. Finalmente Jesús al estar cerca de las personas que cargaban al hijo de la viuda “tocó” el féretro.

  1. Es decir tuvo contacto personal con aquel objeto inmundo que portaba el cuerpo inerte, y sin vida de la viuda de Naín.
  2. Desafió las tradiciones y las leyes religiosas de la época para mostrar su compasión y voluntad.
  • No era necesario tocarlo…
  • Pero lo hizo en solidaridad con el ser humano y sus profundos males.

B. Luego con voz de mando y con la autoridad que le caracterizaba, se dirigió al joven y le dijo al final del versículo 14, y 15: “Levántate, entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar.”

  1. “Madre, madre mía, mamá, ¿qué pasó, qué pasó? Y ya me imagino a su madre, a aquella viuda impactada ante al poder y la gloria de Dios, diciéndole, hijo, hijo, hijo mío, estás vivo, estás vivo. Bendito sea el nombre del Señor, bendito seas Dios mio, gracias Señor, gracias Jesús de Nazaret, gracias Señor.
  2. Lucas 7:16: “Se llenaron de miedo,” pero no de miedo de pánico, se llenaron de miedo reverencial al ver la obra grandiosa del Señor, y “glorificaban a Dios” daban honra y gloria a Dios, expresaban su gratitud al Dios de los cielos.

C. Y por eso dijeron: “Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo”

  1. Profeta: Un profeta es básicamente un vocero de Dios, un mediador entre Dios y los hombres que les comunica a estos la Palabra de Dios, que ha recibido directamente de Él. Diccionario Bíblico La Palabra.
  • Juan 17:8 dice: “porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.”
  • Juan 4:18,19: “porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.”

 2. Dios: El Ser Supremo, la Divinidad, La Deidad. Dios se ha dado a conocer como el Padre,  el Hijo y el Espíritu Santo, tres distintas personas un solo Dios verdadero. Jesús es Dios.

  • Mateo 1:23: “He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel que traducido es: Dios con nosotros.” (Isaías 7:14)
  • Citar de memoria…. Juan 17:5 “Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.”
  • Juan 20:28 “Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!”
  • Tito 2:13: “aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”

D. ¡Qué gran bendición para la viuda del pueblo de Naín! Las cosas cambiaron a partir de ese momento. Y al igual que ella todos nosotros estamos siendo visitados por Jesucristo, profeta y Dios, porque quiere gobernar nuestros corazones.

CONCLUSIÓN

A. Recapitular.
B. Dios ha hecho todo lo necesario para darnos esperanza de salvación y vida abundante en Cristo Jesús, Señor de la Gloria, pero depende de nosotros abrir la puerta del visitante amoroso que no cesa de golpear a la puerta.
C. La decisión final para ser bendecido por Dios está en nuestras manos, de nosotros depende abrirle la puerta de nuestro corazón.
D. Que Dios te bendiga.

Mainor Pérez Medina

UNÁMONOS A ÉL EN PACTO ETERNO

UNÁMONOS A ÉL EN PACTO ETERNO

En un frío día de noviembre sentía el zumbar del viento, el miedo me invadía como si me encontrara en el bosque más oscuro y triste del mundo. Allí te encontrabas vos, Bella como la luz más brillante. Ya solo no volvería a estar, la paz de tu bella boca me haría despertar de este mundo cruel que nos separa. ¡Felices las casualidades! Ya que nos han UNIDO PARA SIEMPRE para nunca separarnos. ¡Tristes los que nos odian! Porque muy pronto juntos nos verán. ¡Pobres aquellos¡ ¿Qué harán? La envidia les invade siempre a ellas ya que la flor más hermosa parece marchita a tu lado. Solo busco inspiración Y en ti la he encontrado DIOS NOS HA UNIDO Nos ha escuchado ha descubierto la felicidad en nuestros ojos.

Respetable lector es para mí un privilegio dirigirme a usted en esta ocasión considerando esta hermosa poesía del argentino Juan Ignacio Rodríguez en la que se acentúa notablemente el sentimiento determinante de un hombre hacia su amada compañera. Cabe destacar las palabras sinceras de quien resuelto expresa su amor apasionado, su compromiso audaz, su desafío y lo que me interesa subrayar su ardoroso anhelo de permanecer para siempre al lado de quien representa todo para él después de vagar por los insondables abismos de la soledad. Sí, para siempre, para nunca separarse, unidos hasta que la muerte los separe. Ese es el sentido medular de esta exposición, acentuar la necesidad de unirnos a Dios para siempre.

En la génesis de este milenio los conceptos desacertados contemporáneos de la unión entre un hombre y una mujer son cada vez más evidentes, fijando modelos de vida que a la postrer han venido a ser la norma, lo común lo admisible por ejemplo: Hay quienes se unen por aventura (carnalidad) para simplemente saciar el apetito sexual. Otros por compromiso (unidos o casados a la fuerza) no hay otra opción o cumples o alguna autoridad interviene generando consecuencias impredecibles. Algunos lo hacen para buscar la compañía (evitar la soledad) carentes de un verdadero sentimiento hacia su cónyuge. Una gran cantidad se unen para ver si se llevan bien y casarse (prueba) como si esta unión fuese inmune a los característicos conflictos de la pareja. No faltan los inescrupulosos que se unen a otra persona para adquirir documentos legales (beneficio propio) quedando comprometidos en palabra delante de Dios y los hombres sólo por la obtención de algún bien.

Pero siempre ha habido a través de los siglos quienes con el conocimiento o no de la voluntad divina establecen uniones ejemplares viviendo el uno para el otro hasta que la muerte los ha separado. De igual manera en lo espiritual, este es el concepto que queremos realzar, una unión legítima perdurable con el Señor, y es mi súplica que el Dios Inmutable creador del cielo y de la tierra nos dé entendimiento a través de las sagradas escrituras para reconocer el significado sublime de UNIRNOS A ÉL EN PACTO ETERNO como nos sugiere Jeremías 50:4,5.

Para cumplir satisfactoriamente con este concepto que nos ocupa quisiera sugerir inicialmente que unirnos a Él en pacto Eterno significa que debemos renunciar incondicionalmente al pecado.

Una conciencia serena no debería de ignorar que toda desobediencia de la voluntad de Dios es considerada como pecado. Juan apóstol atacando el espíritu de quienes habían abrazado algunas prácticas que contaminaban el estado de santidad que debe caracterizar a los hijos de Dios, menciona que aquellos que han asumido un compromiso con el Señor y desean tener un feliz encuentro con Él, deben purificarse a si mismo para excluir aquellas cosas malas que atentan contra la espiritualidad y la moralidad del cristiano, llegando a trazar la solemne sentencia que encontramos en 1 Jn. 3:4. Cristo mismo objetó la concepción antigua de algunas culturas, cuando en Lc. 13:1-3, enseñó categóricamente que no hay hombres más pecadores que otros, ni pecado más grande que otro, tanto se puede condenar el que roba, como el que mata, el que miente como el que se enoja con sus padres o no vive en paz con su prójimo. Lamentablemente nosotros hemos perdido la percepción real de las cosas que realmente nos dañan espiritualmente.

El Pecado nos priva de toda bendición espiritual. ¡Qué triste es tener una actitud masoquista!, sufrir y crear más circunstancias de dolor para nosotros mismos y para nuestros seres queridos. Las consecuencias del pecado son trágicas. Esa fue una de las más fulminantes conclusiones a las que llegó el profeta Isaías (59:1,2) Muchas veces culpamos a Dios de ser inconsistente en su amor y misericordia (Is. 58:3) pero no echamos una mirada en nosotros mismos en nuestro corazón empedernido que se deleita en el pecado (Is. 58:2,4;Ro. 2:4,5.)

El abandono del pecado debe ser total e irreversible. Esta unión nace de una renuncia incondicional, es decir que no colocamos ninguna condición para hacer la voluntad de Dios. “Nada de yo renunció al pecado si tu primero cumples con esto…” Una vez que decidamos dejar de hacer lo malo para empezar a hacer lo bueno(Is. 1:16,17), no debemos volver atrás, hay que seguir arando en el camino de la fe con nuestra mirada puesta en Cristo, hacia delante, no debe haber lugar para la vacilación, ni para las vacaciones para coquetear con el pecado. Jesús rotundamente descartó a aquellos que querían seguirle a medias, “Ninguno que poniendo su mirada en el arado y mira hacia atrás puede ser mi discípulo” (Lc. 9:62.)

Pretender vivir con Dios y al mismo tiempo permanecer en el pecado es censurado por el Señor Pr.15:9,26, es abominable, repugnante delante de Jehová Dios todo aquel que vive y se complace en el pecado Ro. 1:32. El apóstol Juan en su primer epístola también nos advierte de este terrible error de quienes querían vivir en unión con Dios pero al mismo tiempo en unión al pecado 1 Jn. 1:6.

El abandono incondicional del pecado es el fruto de la verdadera conversión Hch. 19:18-20. ¡Qué ejemplo más noble y digno de imitar! Reconocieron que no había nada de mayor valor que la joya gloriosa del evangelio de Cristo (Mt. 13:45,46). Al igual que estos ciudadanos de Efeso ha habido en la historia de la humanidad personas resueltas que han reconocido la premura de abandonar algún bien o causa por seguir un ideal. Abram abandonó su tierra y parentela (Hch. 7:2-4), Moisés renunció a toda la gloria egipcia (He. 11:24-27), Ana declinó a su primogénito (1 S. 1:28), Ezequiel a su amada esposa (Ez. 24:15-18), Juan el Bautista a todas las comodidades (Mt. 11:8-11), Pablo a la gloria de los hombres (Fil. 3:4-9). Hay un himno que dice ¿qué dejas tú por mi? ¿Cuánto valor hay en todo lo que el mundo te ofrece en comparación con la salvación en Cristo Jesús?

Otra cosa que debemos entender es que unirnos a Él en pacto eterno significa que debemos entregarnos incondicionalmente a Dios.

Nos entregamos a su voluntad cuando obedecemos de corazón al evangelio para vivir al servicio del Señor Ro. 6:17,18. Se dice que cuando un hombre decide unir su vida a una mujer previamente a renunciado a cualquier otra mujer para luego entregarse sin reservas al amor de su vida. Cuando nos unimos a Cristo en una relación para siempre implica que estamos en la mayor disposición de entregarnos en espíritu, alma y cuerpo al Señor para servirle sin condiciones.“Nada de yo te sirvo si tú primero me das esto o lo otro…”

Al entregarnos a Él nos unimos en Pacto de amor, lealtad, y sacrificio, siguiendo el ejemplo de Cristo. Pablo cotejó esta verdad estableciendo una relación entre Cristo y la iglesia Ver Ef. 5:25,26,32.

Cuando no hay una entrega plena en obediencia a Dios mostramos falta de amor a su causa, a su sacrificio y esto nos recuerda la breve historia del amor y los clavos:

Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debería clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa. El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca. Pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día cuando el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre y entonces el papá le sugirió que por cada día que controlara su carácter debería sacar un clavo de la cerca. Los días pasaron y el joven pudo definitivamente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca…, entonces el papá llevó de la mano a su hijo a la cerca de atrás… “Mira hijo, has hecho bien… pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca… Ya la cerca nunca será la misma de antes…” Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como éste agujero en la cerca… Es como meterle un cuchillo a alguien, aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya quedó hecha… No importa cuántas veces pidas disculpas, la herida esta ahí… Una herida física es igual de grave que una herida verbal… Dios es una verdadera joya a quien hay que valorar… Él te bendice y te anima a mejorar… Te escucha, comparte una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte… Demuéstrale cuánto lo quieres… ¿Cuánto amor y entrega debemos mostrar hacia nuestro Dios y Salvador?” (Jn. 14:15.)

Esta entrega incondicional implica que no hay presencia de reservas, ni frialdad, se da todo por amor. El pueblo de Dios en tiempos pasados fue llevado a la ruina y perdió todos los privilegios que había recibido de Dios, por causa de vivir en una relación fría, monótona y superficial para con Jehová Dios (Is. 42:18-25.)

Unirnos a Él en pacto eterno finalmente significa que debemos permanecer incondicionalmente con Él.

El cristiano de doble ánimo es censurado por el Señor Stg. 1: 6,7. No se puede perseverar en una causa cuando los intereses están disputando un lugar en la mente del hombre. Para lograr el éxito debemos identificarnos plenamente con una causa y dedicarnos en profunda convicción a cultivar esa relación a pesar de cualquier obstáculo en que nos encontremos.

Al igual que en el matrimonio la unión es hasta que la muerte nos separe… nuestra unión con Él debe ser para siempre… Nada debe separarnos del amor de Cristo Ro.8:37-39. Hay creer absolutamente esta verdad, es el amor de Dios en Cristo Jesús el que nos ha colmado de ricas y grandes bendiciones en las cuales nos gozamos hoy y siempre.

Al permitir que otras aguas entren en nuestro corazón quebrantamos nuestra permanencia incondicional en el pacto eterno con Dios. Hay que beber siempre de las aguas que Dios nos proporciona en sus manantiales divinos Jn. 4:14. Jesús habló de la felicidad permanente que tendrían los que tengan hambre y sed de justicia porque serían saciados (Mt. 5:6.) La palabra, el testimonio y el consejo de Dios sacian el corazón del hombre. Los Israelitas en muchas ocasiones desecharon las aguas de Dios y prefirieron las aguas tempestuosas del pecado de las naciones paganas (Is. 8: 6,7.) El Proverbista aconseja al hombre entregado en permanente fidelidad a su mujer a beber siempre del agua de su propio pozo, Pr. 5:15,16. De igual manera todos los que amamos al Dios único y Soberano debemos permanecer fiel a su causa, fiel a su palabra.

El quebranto de nuestra permanencia con Él al igual que en el matrimonio nos lleva a cometer adulterio espiritual Ro. 7:1-6. Pablo contiende que antes los cristianos en Roma de origen judío estaban sujetos a la obediencia de la ley, que el que se unía a otro sistema caía en infidelidad. Pues bien, ahora en Cristo debían mantener su fidelidad y permanencia en la palabra de Dios, en las leyes inmutables reveladas a través de Jesucristo y el fundamento apostólico. Nosotros también al unirnos a otro sistema de leyes religiosas caeríamos en adulterio espiritual y por lo tanto quebrantaríamos nuestra relación con Dios.

Solamente preservando esta unión con Dios es que podremos gozar de todas sus ricas y grandes promesas (Jn.10:10) No seamos inconscientes, desconsiderados y malagradecidos con Dios como lo ilustra la anécdota del Sapo y la flor:

Había una vez una rosa muy bella, se sentía una maravilla al saber que era la rosa más bella del jardín. Sin embargo un día se dio cuenta que la gente sólo la miraba de lejos y observó que al lado de ella había un sapo negro, grande y gordo. Al percatarse que por eso nadie se acercaba ella le dijo muy molesta: “Sapo ¿por qué no te alejas de mi?, no ves que por tu culpa nadie se acerca mi, ¡es que eres muy feo! El sapo le contesto: “Esta bien, si eso es lo que quieres me iré. Muy obediente el sapo se alejó brincando de la rosa. Poco tiempo después el sapo se paseaba por el jardín cuando se dio cuenta que la rosa estaba toda marchita y con muy pocos pétalos en ella y le dijo: “Oh rosa ahora si que te encuentras marchita ¿qué te pasó?” La rosa le contestó: “Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día y noche, no volveré a ser la más bella del jardín.” El sapo le dijo: “Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la mas bella del jardín.

Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos más que ellos o que simplemente no nos sirven para nada. A veces hay personas que nos hacen un bien del cual ni siquiera estamos conscientes…

Cerrando esta discusión podemos ver que a través de la historia ha habido pactos de trabajo, amistad, paz, y amor sellados con profundos sentimientos, sangre y muerte, dejando una huella imborrable que los tiempos no han podido borrar como el pacto que hicieran David y Jonathan, Romeo con una Julieta y muchos otros más.

Que tan firme son tus convicciones apreciable amigo y hermano, qué clase de unión quieres entablar con tu Dios. Eres de los que quieren tener solamente una aventura con Dios; de los que hacen pactos con Dios sólo para obtener un beneficio; eres de los que están probando la religión para ver si les va bien con Dios y después comprometerse plena e incondicionalmente; estás acaso en este camino por obligación o compromiso, por que tienes que quedar bien con alguien pero no hay convicción propia; eres de los que buscan en Dios solamente alguien en quien refugiarse para evadir la soledad angustiante en la que has estado sumido por mucho tiempo; o finalmente quieres unirte a Él en pacto eterno para honra y gloria de su nombre y gozar de las múltiples bendiciones del Dios bendito y verdadero.

Es mi mayor anhelo que su respuesta a este mensaje sea altamente positivo y que en cada instante de tu vida goces de los beneficios de la gracia de Dios.

Presentado por: Mainor Pérez Medina.

 

 

 

 

EL ARREPENTIMIENTO

EL ARREPENTIMIENTO
Mateo 3:2

Se cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia. Se quejaba muchas veces que tenía demasiado quehacer. La gente no entendía cómo era posible que tuviera tanto trabajo en su retiro. A lo que les contestó: “Tengo que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar una serpiente, cargar un asno y someter a un león”.
No vemos ningún animal cerca de la cueva donde vives. ¿Dónde están todos estos animales? Entonces el ermitaño dio una explicación que todos comprendieron.
“Estos animales los llevamos dentro”
Los dos halcones, se lanzan sobre todo lo que se les presenta, bueno y malo. Tengo que entrenarlos para que sólo se lancen sobre presas buenas… SON MIS OJOS
Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan. Tengo que entrenarlas para que sólo se pongan al servicio y ayuden sin herir… SON MIS MANOS
Y los conejos quieren ir adonde les plazca, huir de los demás y esquivar las situaciones difíciles. Tengo que enseñarles a estar quietos aunque haya un sufrimiento, un problema o cualquier cosa que no me gusta… SON MIS PIES
Lo más difícil es vigilar la serpiente aunque se encuentra encerrada en una jaula de 32 varillas. Siempre está lista por morder y envenenar a los que la rodean apenas se abre la jaula, si no la vigilo de cerca, hace daño… ES MI LENGUA
El burro es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber. Pretende estar cansado y no quiere llevar su carga de cada día… ES MI CUERPO
Finalmente necesito domar al león, quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es vanidoso y orgulloso… ESE… ES MI CORAZÓN.

Buen día apreciables hermanos y amigos en Cristo Jesús, este relato titulado “Aprender a domar, llegó a mi computadora gracias a un hermano que aprecio mucho, y me pareció muy atinado para mi exposición, ya que hablando de nuestro tema general “El Reino de los cielos se ha acercado” en este seminario de la Espada del Espíritu, me corresponde disertar de “ARREPENTÍOS PORQUE EL REINO DE LOS CIELOS SE HA ACERCADO.” Mi enfoque más que doctrinal apela a nuestra conciencia, ya que en buena medida todos debemos domar algo en nuestro ser interior, ¿cómo están nuestras manos, nuestros pies, qué tanto dominamos nuestra lengua, nuestro cuerpo? etc. Como dice el himno 38, “Que mi vida entera esté, consagrada a ti Señor…” Hoy es un buen día para reflexionar, y si es necesario, hacer los cambios apropiados para cumplir la voluntad de Dios.

El arrepentimiento era uno de los temas principales de los profetas (Isaías 1:16-18; 55:7; Jeremías 3:12; Ezequiel 33:11, 15; Joel 2:12, 13; Zacarías 1:3, 4); Dios los llamó y los envió para denunciar las apostasías de su amado pueblo. De la manera más gráfica y contundente describieron los pecados del pueblo y les exhortaron a que se arrepintieran y volvieran sus ojos a Jehová. Era de esperar, pues, que el último de los profetas del Antiguo Testamento (Lucas 16:16) Juan el Bautista, predicara de tan importante tema como lo es el arrepentimiento.

Juan conecta el arrepentimiento con el reino, porque es imposible entrar al reino de Dios sin arrepentirse. Cristo vino a llamar “a pecadores al arrepentimiento” (Lucas 5:32). El arrepentimiento precede al perdón (Hechos 2:38; 11:18; 26:20).

Uno de los errores más grandes que el hombre puede cometer, cobijándose bajo el manto cálido de la sabiduría humana, es confundir el remordimiento con el arrepentimiento. Existe una acelerada inquietud, o pesar interno que queda después de ejecutada una mala acción (Diccionario de la Lengua Española) fácilmente diluida en la mente y corazón de muchas personas que les hace creer que han experimentado el arrepentimiento. Lamentablemente para muchos, son dos conceptos diametralmente opuestos.

Un hombre remordido imprime penitencia a su espíritu, es decir un profundo sentimiento de haber ejecutado algo que no quería hacer. Serie de ejercicios penosos con que alguien procura la mortificación de sus pasiones y sentidos. Es un acto de mortificación interior o exterior. Y aunque implica una virtud que consiste en el dolor de haber pecado y el propósito de no pecar más, (Diccionario de la Lengua Española) el enfoque de la persona está en sí mismo y la urgencia de limpiar su ser; cosa tajantemente imposible de concretar. El remordido busca como reformarse para acallar la voz punzante de su conciencia. Podría estar convencido de sus pecados “Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.” (Hechos 24:25). Ciertamente la convicción de que ha pecado contra Dios es un paso hacia el arrepentimiento, y muchos, como Félix, hasta se espantan, pero no se arrepienten. El remordimiento lleva a muchos hasta a confesar que ha pecado, pero siguen en lo mismo. (Éxodo 9:27,28 y 34-35.) Finalmente hasta puede experimentar cierto grado de tristeza, pero todo esto no necesariamente implica arrepentimiento.

La censura pública de Juan “Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:7) nos revela que muchas veces las personas aparentan cumplir con la voluntad de Dios pero en el fondo no es así. Los fariseos y saduceos eran mirados como los maestros de la piedad, aunque estuviesen llenos de soberbia y de hipocresía. Muchos de ellos venían al Bautismo de Juan encubriendo su espionaje político, llenos de orgullo y curiosidad. Dios dio a conocer al pregonero de justicia el trasfondo de sus corazones; y por esta razón los llamó linaje <generación> o raza de víboras, como también Cristo en (Mateo 23:33) es decir, hombres llenos de veneno y de malicia. Eran dignos hijos de la serpiente; hijos del diablo que en algunos pasajes es identificado como la víbora, porque su veneno es el más nocivo de todos (Juan 8,44).

La sentencia divina a través de Juan no se omite, Juan reciamente dijo: “la ira venidera” Mateo 3:7 o como Cristo se los recordó <el infierno> Mateo 23:33. Ellos no tenían excusa delante de Jehová Dios escudándose bajo el ropaje del linaje de Abraham, hijos de promesa, israelitas, etc. Y creer que podían burlar la ira del Altísimo (Mateo 3:10,12; Gálatas 6:7). Todos comparecerán ante el tribunal de justicia y darán cuentas de toda obra sea buena o mala en el día del juicio final (2 Corintios 5:10) declaró Pablo, y aquí estamos incluidos todos nosotros.

Así es que necesitamos estar plenamente convencidos de qué es el arrepentimiento y cómo es que se efectúa este proceso espiritual necesario para mostrar un arrepentimiento genuino delante del Señor de la gloria.

LA NATURALEZA BÍBLICA DEL ARREPENTIMIENTO.

La palabra arrepentimiento viene del verbo “arrepentirse” que significa “sentir pesar, contrición o compunción, por haber hecho o dejar de hacer algo”. También tiene que ver con la idea de “cambiar de actitud con relación a cierta acción o comportamiento del pasado (o de algo que se pretendía hacer) producto de un pesar o descontento”. En muchos textos de la escritura encontramos la palabra hebrea <na•jám,> que tiene la misma connotación, término que puede significar “sentir pesar; estar de duelo; arrepentirse de algo” (Éxodo 13:17; Génesis 38:12.) También tiene otros significado como: “consolarse” (2 Samuel 13:39), o “liberarse de” (Isaías 1:24.) Desde cualquier punto que lo veamos el término hebreo implica un cambio en la actitud mental, no solo en el sentir de la persona.

En griego tenemos dos verbos con relación al arrepentimiento: metanoéo y metamélomai. El primero se compone del vocablo metá, “después”, y noéo (relacionado con nous, mente, disposición o consciencia moral), que significa “percibir; discernir; captar; darse cuenta de algo”. De donde se extrae el significado literal de metanoéo que es “conocer después” y se refiere a un cambio en la manera de pensar, la actitud o el propósito de una persona. Por otro lado, en el texto griego se usa la palabra metamélomai que significa “preocupar; interesar”. El prefijo metá (después) le da al verbo el sentido de “sentir pesar” (2 Corintios 7:8) o “arrepentirse”. Por lo tanto, la palabra metanoéo recalca el cambio en el punto de vista o disposición de la persona; el rechazo del modo de actuar en el pasado o que se ha pensado realizar por considerarlo indeseable y metamélomai subraya el sentimiento de pesar que experimenta el individuo.

Por supuesto, un cambio en el punto de vista suele ir acompañado de un cambio de sentimientos, o es posible que sea el sentimiento de pesar el que provoque un decidido cambio en el punto de vista o la voluntad de la persona. (1Samuel 24:5-7.) De los dos términos antes analizados, aunque de distinto significado, deducimos que son muy afines. Concluimos pues que el arrepentimiento es en sí un “cambio de mente que da como resultado un cambio de vida”. Jesús lo enseño claramente en la parábola de los dos hijos (Mateo 21:28-32) en la frase “No quiero; pero después, arrepentido, fue.” Este primer hijo cuando escuchó el llamamiento de su padre de ir a trabajar a la viña respondió con un no enfático. En ese momento él mostró su rebeldía, su desobediencia. Como muchas veces nosotros reaccionamos al conocer la voluntad de nuestro Dios y preferimos seguir en los senderos del pecado. Pero después, no sabemos cuánto tiempo transcurrió, este hijo entró en razón y recapacitando <volviendo en sí (Lucas 15:17)>, como el hijo pródigo, movido por un sentimiento de pesar en su corazón cambió su manera de pensar, quizá se dijo a sí mismo: “Es mi padre, es mi hogar, es nuestra fuente de ingreso, es nuestro trabajo e inversión, es necesario ser solidario a mi familia. ¿Cómo puedo ser ingrato con mi padre? No, no puedo quedarme de brazos cruzados, iré y apoyaré a mi padre, y por ende a mi familia” y fue. Experimentó un cambio en su manera de pensar, y con gran decisión, y convicción actuó, “arrepentido” dijo Jesús cumplió con su deber de hijo.

Muchos se remuerden pero no se arrepienten, más adelante al considerar cómo es que se da este proceso espiritual tendremos más argumentos para enfatizar esta cruda y llana verdad.

EL PROCESO BÍBLICO DEL ARREPENTIMIENTO

El Arrepentimiento por ser un acto de fe de todo creyente inicia con el llamamiento divino, “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero” Juan 6:44. Nos trae a sus pies por medio del único y glorioso mensaje, el evangelio que dice: “y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones…” Lucas 24:47. Miles de Judíos tuvieron el privilegio de oír el llamamiento divino que en fe y arrepentimiento los postró a los pies del Salvador. “A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.” Hechos 5:31, y luego la misericordia divina extendió sus fronteras a todo ser humano hasta el día de hoy. “… ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!” Hechos 11:18. Demos gracias a Dios por haber sido partícipes de su gracia excelsa.

Al atender al llamamiento divino conocemos la urgencia de arrepentirnos de nuestros pecados. Recordemos dos ejemplos que nos ilustran este hecho. Veamos las palabras del mensaje de Isaías al pueblo de Israel, “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.” Isaías 1:16,17. Aquí está incrustada la frase esencial que los invitó al arrepentimiento “Dejad” abandonen el pecado. “Aprended” busquen el bien, conviértanse al Señor. Pasemos al segundo ejemplo, Pedro apóstol le dijo a Simón el mago: “Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón” Hechos 8:22. Pero, ¿por qué debemos arrepentirnos de nuestros pecados? Jehová Dios a través de Isaías les dijo: “Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra” Isaías 1:19 y a Simón se le dijo “si quizás te sea perdonado” en otras palabras la bendición, el perdón de Dios vendrá solamente cuando procedamos al arrepentimiento. Nuestros pecados nos condenan, Romanos 3:23 “destituidos de la gloria de Dios” Romanos 6:23 “la paga del pecado es muerte” Apocalipsis 20:14 “lanzado al lago de fuego”, por eso urge arrepentirse.

Una vez conscientes de la urgencia de arrepentirnos por la necesidad del perdón divino viene el reconocimiento de nuestros pecados, de nuestra bajeza espiritual. De lo miserable que somos delante del Señor. Daniel lo dijo así: “hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.” Daniel 9:5. David dijo: “porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.” Salmos 51: 3. Y qué decir del hijo pródigo cuando dijo: “ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.” El padre del hijo pródigo dijo: “mi hijo muerto era” Lucas 15: 21, 24. Así es mi estimado hermano y amigo, vivir en pecado es la mayor tragedia y caos que cualquier ser humano puede experimentar. Pero gracias a Dios podemos “volver en sí” Lucas 15:17 como bien hiciera el hijo pródigo, antes que sea demasiado tarde.

Frente a nuestra miseria espiritual optamos por dos caminos, o bien nos llenamos de tristeza, pena, o vergüenza por lo vil, ingrato y perverso que somos delante del Señor de la Gloria o nos refugiamos en nuestra indiferencia espiritual, cauterizada por el pecado. Siguiendo con nuestro proceso espiritual en el camino del arrepentimiento veamos “Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte.” 2 Corintios 7:9,10. Cuando hablamos de contristarse estamos hablando de un dolor o tristeza profunda en el corazón. Pablo elogió la buena actitud que tuvieron los cristianos en Corintios cuando fueron exhortados por sus pecados en la primera carta, ya que ahora habían sido beneficiados.

Este es el siguiente paso en el proceso que estamos analizando, la tristeza que experimentaron al reconocer sus pecados. Pablo especificó que hay dos tipos de tristeza por los pecados cometidos. La primera es la tristeza del mundo que produce muerte. Es la misma que experimentó Judas cuando reconociendo que había hecho mal (remordimiento) “Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.” Mateo 27:3-5. Judas como muchas otras personas sintió tristeza por el mal que había hecho, quiso remediar al asunto a su manera devolviendo el dinero, y luego sin tomar en cuenta la voluntad de Dios, sin buscar el perdón de Dios, fue y tomó la justicia en sus manos y se ahorcó. Así proceden muchos hasta el día de hoy, después de un mal buscan el remedio según sus propios criterios, o creen que con golpearse el pecho, en señal de dolor, o hacer unas cuantas oraciones o compensaciones es suficiente. No, dice Pablo, esta tristeza del mundo produce muerte porque no te lleva a nada más.

Pero la tristeza que es según Dios es aquel dolor o tristeza profunda que sentimos cuando vemos el pecado como Dios lo ve. Es cuando comprendemos cuán vil, perverso y nefasto es el pecado en nuestras vidas. Es como dice Santiago “Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.” Santiago 4: 8-10. Cristo lo dijo así: “Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.” Mateo 5:4. Solo los que lloran no por sus problemas o tragedias de la vida, sino por los pecados que cometen o que cometen otros, son los felices, dichosos delante del Señor, porque esa tristeza, dolor, lamento por los pecados cometidos los llevará a buscar el perdón de Dios en arrepentimiento, y luego son consolados al ser receptores de la gracia Divina. Pedro apóstol experimentó esta misma sensación “Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.” Lucas 22:62.

Eso fue lo que ya estudiamos de Pablo anteriormente: “Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación” 2 Corintios 7:10. Cuando reconocemos que nuestros pecados han ofendido a nuestro Dios, que hemos pecado contra Él, “Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos…” Salmo 51:4 es que realmente vamos a compungirnos de corazón como lo hicieron aquellos tres mil Judíos que al reconocer que habían matado al hijo de Dios dijeron: “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Hechos 2:37. Sus pecados los ahogaban y con una tristeza profunda exclamaron ¿qué haremos? Pedro les dijo: “Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.” El dolor, lamento o tristeza que había en sus corazones los llevó al arrepentimiento y obediencia del evangelio. La tristeza que es según Dios, es la que toma en cuenta la voluntad de Dios, que busca el perdón de Dios “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.” Isaías 55:7 en un compromiso firme de abandonar el pecado, y empezar a caminar por las sendas de una vida nueva.

Finalmente llegamos al último paso de nuestro proceso para llegar al arrepentimiento genuino y es frutos dignos de arrepentimiento. Toda persona con una fe viva (Santiago 2:19,20) mostrará por sus buenas obras esa fe obediente (Romanos 1:5) delante del Señor caminando por las sendas de la confesión de su fe (Mateo 10:32) pasando por el estado de arrepentimiento y entrará a las aguas del bautismo consciente de la necesidad de ser lavado por la sangre de Cristo (Hechos 2:38) y se levantará a una nueva vida (Romanos 6:4.)

Así es que estamos diciendo que no se trata de decir que me arrepentí, que ya dejé la vida vieja y nada más, recuerde esta frase de Isaías 1:16,17 “dejad de hacer lo malo, aprended a hacer el bien”. Juan el Bautista inspirado por el Espíritu Santo nos dice exactamente qué es lo que Dios espera de nosotros, ““Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? El les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario.”

Muchos religiosos hoy en día alegan que estamos exigiendo la salvación por obras cuando demandamos estas cosas, pero si uno es salvo y siempre salvo (solamente por fe) haga lo que haga o no haga después de su encuentro personal con Cristo, entonces cómo explicamos las palabras del Señor en “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.” Mateo 25:34-36.

Juan demandó lo mismo que Cristo enfatiza en aquellos que serán benditos delante del Señor. Pablo apóstol asimismo exhortó “…que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.”Hechos 26:20.

LA RESTITUCIÓN UN ASPECTO MUY OLVIDADO

Estoy plenamente convencido de que no estamos bajo las normas de la ley del antiguo testamento, pero hay algunos asuntos de la ley que tenían un trasfondo moral que no puede ser pasado por alto. Al leer minuciosamente los siguientes pasajes: <Éxodo 21: 32-36; 22:1-15; Levítico 6:2-5; Números 5:6-8; Nehemías 5: 1-13; y 2 Reyes 8:5,6.> Encontramos contundentes sentencias divinas en contra de daños al prójimo y a la propiedad ajena, negligencia por el uso de recursos propios o ajenos, robo de la propiedad ajena, abuso de los bienes de su prójimo, fraudes, préstamos injustos, esclavitud, apropiación de la propiedad ajena, decomisos, y algunos pecados particulares del pueblo de Dios. La lista de multas o penalidades impuestas por Jehová Dios era sumamente estricta y hasta bajo pena de muerte. El principio moral que prevaleció precisamente era el de la compensación, la restitución de parte del infractor. De lo anterior afirmamos que el propósito era restaurar, restablecer la condición anterior, era de devolver algo a quien lo tenía antes, devolver lo que no les pertenecía. Resarcir los daños ocasionados al prójimo. Si el ofensor quiere escapar de la venganza de Dios, debía efectuar en algunos casos una amplia restitución.

Ahora bien “Porque si lo que perece tuvo gloria <Antiguo Pacto>, mucho más glorioso será lo que permanece <Nuevo Pacto>.” 2 Corintios 3:11. Estoy firmemente convencido que el principio moral de la restitución es de aplicación permanente porque cuando la salvación llegó a la casa de Zaqueo la escritura nos dice: “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” Lucas 19: 8-10. Notemos el regocijo de Cristo por la buena actitud (restitución) de Zaqueo.

Cuando Jesús promulgó las bases del reino de Dios en el maravilloso mensaje del Sermón del Monte dijo las siguientes palabras “Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. De cierto te digo que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante” Mateo 5:25. Si el principio moral de la restitución no tuviera cabida en la ley de Cristo y su gracia ¿Por qué habla de pagar una deuda? No nos equivoquemos, el hecho de venir a los pies de Cristo y ahora ser cristianos privilegiados por las múltiples riquezas espirituales, no nos exime de nuestras responsabilidades. Somos perdonados de nuestros pecados pero no de sus consecuencias.

Considerando las enseñanzas de Pablo en el libro de Filemón, el cual recomiendo al lector, vemos que Onésimo, un esclavo, había desertado de su amo. Probablemente vivía en Colosas (Col. 4:9). Es difícil determinar la falta que había cometido delante de su amo Filemón. Si nada más fue escaparse de su amo, salir huyendo y robarle su servicio obligatorio. O quizá haber robado a su amo, o administrado mal algunos bienes, no podemos afirmarlo con exactitud. Pero de lo que sí estamos seguros es que estando cerca de Pablo, tuvo acceso al plan de Dios para redimir al hombre y vino arrepentido al bautismo en Cristo. Luego como cristiano, debía volver a su amo y hacer la restitución debida. Las consecuencias de su falta eran graves en los tiempos de la ley romana. Podía ser objeto de muerte irreversible, pero Pablo le persuadió, con la enseñanza del evangelio, a hacerlo, y preparó esta carta para su amo Filemón. Gracias a Dios éste era cristiano también y ambos tuvieron una postura selecta acorde al evangelio glorioso. La enseñanza está clara, Onésimo se podía haber quedado con Pablo pero tuvo que volver y enfrentarse con su destino, tuvo que restituir.

Pablo nos dice “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” Hebreos 12:14. Solamente aquellos que verdaderamente se arrepienten son capaces de restituir todas las situaciones quebrantadas por el pecado para procurar la paz con todos. El concepto de restitución es muy amplio. Bien haríamos en no solo restituir algo, hablando de asuntos materiales, sino también restituir tiempo, contacto emocional <Amor>, trabajo, consagración, valoración los que me rodean, reconocimiento por los logros de nuestro prójimo, honrar a los que se lo merecen, etc. “Hay que restituir todo aquello de lo que hemos privado a otros”

Finalmente diremos que es esencial cumplir con el principio moral de la restitución por cuatro razones fundamentales, primero; para no conformarnos al molde de este mundo. (Romanos 12:2,) segundo; para llevar bien al prójimo. (Gálatas 6:9,10) tercero; para mostrar delante del Señor un arrepentimiento genuino. “Dejar de hacer lo malo y aprender a hacer lo bueno” (Isaías 1:16,17.) y finalmente para dar buen testimonio como hijos de luz. “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.” Mateo 5:16. “Si haces lo contrario solo verán oscuridad en tu vida”.

Nunca es tarde para mostrar un arrepentimiento genuino delante de nuestro Dios. Lo importante es hacerlo, no sea que nos pase lo de Esaú, que cuando lo quiso hacerlo con lágrimas en sus ojos no pudo alcanzar la bendición de su padre. (Hebreos 12:17).

Otra presentación titulada el “EL ÁGUILA” nos dice que esta ave posee la mayor longevidad de su especie. Llega a vivir 70 años, pero para llegar a esa edad, a los 40 años de vida tiene que tomar una seria decisión. A los 40 años, sus uñas curvas y flexibles, no consiguen agarrar a las presas de las que se alimenta. Su pico alargado y puntiagudo, también se curva. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas por las gruesas plumas.

¡Volar es ahora muy difícil! Entonces el águila, tiene sólo dos alternativas: Morir… O enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido, próximo a una pared, donde no necesite volar. Entonces, apenas encuentra ese lugar, el águila comienza a golpear con su pico la pared, hasta conseguir arrancárselo. Apenas lo arranca, debe esperar a que nazca un nuevo pico con el cual después, va a arrancar sus viejas uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, prosigue arrancando sus viejas plumas.
Y después de cinco meses, sale victoriosa para su famoso vuelo de renovación y revivir, y entonces dispone de… 30 años más.

Se ha preguntado usted alguna vez: ¿Por qué renovarnos? En nuestra vida, muchas veces, tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para que reanudemos un vuelo victorioso, es sumamente necesario desprenderse de ataduras, costumbres y otras tradiciones del pasado. Solamente libres del peso del pasado, es decir procediendo al arrepentimiento, por muy doloroso que sea, podremos aprovechar el valioso resultado de una… “RENOVACIÓN” Esto me recuerda del pasaje de Isaías 40:31 que dice: “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Hoy tú puedes levantarte del polvo de la indiferencia espiritual, del letargo del remordimiento y pasar a las fuentes victoriosas del arrepentimiento para honrar y glorificar el nombre de Dios.

Que Dios nos guarde.

Mainor Pérez Medina.

LA NECESIDAD DE ORAR SIEMPRE

LA NECESIDAD DE ORAR SIEMPRE
Lucas 18:1

INTRODUCCIÓN:

A. Frases importantes acerca de la oración:

  1. Eddie Cloer; La Oración.
  2. Ver en la contraportada.

B. El conocimiento que tengamos de Dios, es lo que determina nuestra práctica de hablar con Dios. Todo gira en torno a “¿Quién es Dios para mi?”

  1. Dios es el Creador del Cielo y la Tierra, es el Soberano, Trascendente, Santo, Infinito, Eterno, Omnipotente, Omnipresente, Justo y Misericordioso. ¡Él es el Dios que Crea, Salva y Juzga! ¡Él es el Dios de la Biblia, El Dios de Abraham, Isaac, y Jacob! es “Jehová Dios Excelso”: Bendito sea su Nombre.
  2. La oración es nuestra señal de dependencia de Dios.
  3. La oración es nuestra voz de fe en acción.

C. Debemos buscar a Dios, conocerlo, confiar en Él, y obedecerlo.

D. Jesucristo sabía de donde había venido y que todos nosotros para poder vencer en el camino de la fe, íbamos a requerir de nuestra poderosa aliada en la senda de Dios, La oración. Leamos Lucas 18:1-7.

E. La “necesidad” de orar siempre. Este es nuestro tema el día de hoy.

  1. Pero antes de continuar establezcamos el sentido bíblico de la palabra “Necesidad”: Carencia de algo que es menester para la conservación de algo.
  2. Especial riesgo o peligro que se padece y en el que se requiere de pronto auxilio.

I. ES UNA OBLIGACIÓN LEGAL.

A. Todo lo legal, es de obligación.

  1. Nos referimos a algo que ha sido previamente estipulado, reglamentado.
  2. Si usted tiene un compromiso legal o lo acata o la ley interviene obligándolo hasta con pena de cárcel.

B. “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanará su tierra” 2 Crónicas 7:14

  1.  Jehová Dios había dicho “Si oraren”… Su palabra ha legislado, por eso es una necesidad no una opción o gusto, o parecer.
  2. Tú y yo no podemos cambiar las leyes de Dios, estamos obligados a guardarlas y vivir o de lo contrario nuestro destino será trágico.

C. Jehová Dios dijo: “yo los llevaré a mi Santo Monte, y los recrearé en mi Casa de Oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada Casa de Oración para todos los pueblos” Isaías 56:7

  1. Una vez más vemos que el anhelo de Dios es que su pueblo sea un templo de oración continua al Altísimo.
  2. Si usted es parte del Santo Monte de Dios en su Iglesia, debe ser un hombre o mujer que honre su palabra y glorifique su nombre.

D. Jesús dijo: “Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto pero la carne es débil” Mateo 26:41

  1.  Aquí vemos a Jesús estableciendo la obligación de cada cristiano de orar para evitar que las asechanzas del diablo ganen terreno en su vida espiritual.
  2. La batalla se gana o se pierde con la oración. La voluntad de Dios en Cristo es que seamos hombres de oración. Es nuestro deber.

II. ES UNA OBLIGACIÓN MORAL.

A. Cuando decimos “Moral” nos estamos refiriendo a las acciones y carácter de las personas. Conjunto de facultades del espíritu. Es el proceder del hombre.

  1. Orar es una necesidad porque es algo que necesita nuestro ser interior, nuestro espíritu para mostrar una correspondencia correcta delante de Dios.
  2. Cuando oramos expresamos desde lo más profundo de nuestros sentimientos nuestro reconocimiento de la Grandeza, el Poder y la Gloria de Dios.
  3. Cuando oramos expresamos nuestra profunda Gratitud por todos los favores con que hemos sido coronados y estamos siendo bendecidos cada día.

B. Orar tiene que ver con nuestra moral, con nuestro proceder, con nuestro corazón, con nuestros sentimientos; cuida tu actitud, el Salmista decía: Leer Salmos 42:1-3

III. ES UNA PRIORIDAD INELUDIBLE.

A. ¿Cuántas cosas son importantes para nosotros todos los días?

  1. Comer.
  2. Dormir.
  3. Asearnos.
  4. Trabajar.
  5. Ver televisión.
  6. Hacer diligencias etc.

B. Leamos Lucas 10:38-42 “Sólo una cosa es necesaria”

  1. Oír la palabra era para Cristo lo más importante, lo prioritario.
  2. Oír la palabra equivale a Oír la voz de Dios, cuando oramos hablamos con Dios, cuando leemos o escuchamos su palabra Él nos habla.
  3. Al orar los receptáculos de la Fe se levantan hacia el cielo y el Poder de Dios, sus Bendiciones, su Amor, su Gloria, el Círculo de Prosperidad se pone en contacto con nosotros, por eso es una Prioridad ineludible, es una necesidad.

IV. ES UNA URGENCIA EXTREMA.

A. Volviendo a las cosas que son importantes.

  1. Deje de comer y dígame que va a pasar.
  2. Deje de dormir y ya sabe lo que pasará.
  3. Deje de asearse y de seguro que no le va a ir bien.
  4. Hablemos específicamente de dejar de beber agua, y dime hermano, que te pasaría. Deja de beber agua y te secarás, el cuerpo tiene un 80% de agua así es que necesita de agua para subsistir, es una necesidad que debe ser suplida o el cuerpo se seca y se va muriendo lentamente, hasta terminar su existencia. Muchos necesitan agua con urgencia extrema.

B. De igual manera si tú no oras tu espíritu se seca y se va muriendo lentamente.

  1. La razón por que muchos no resisten en el camino de la fe es porque han dejado de beber del agua de vida de la Roca de Salvación, han dejado su Comunión con el Señor, es porque han dejado de orar.
  2. Muchos requieren de la oración con urgencia extrema.

C. Muchos hombres y mujeres de gran poder en el camino de la fe fueron arrastrados por el mal porque precisamente descuidaron su oración.

  1. El enemigo los zarandeó fuertemente.
  2. Pedro no oraba con fervor Marcos 14:32-37.

CONCLUSIÓN:

A. Recapitular.

B. Leer Lucas 18: 8.

  1. Muchos no van a gozarse con la venida del Señor.
  2. Solamente los que se mantengan firmes en le fe del Señor alcanzarán la Gloria Eterna.
  3. Orar es una necesidad que usted debe suplir, solamente usted es responsable de hacer esto. Nadie puede nadar por usted en medio de un naufragio, y si no sabe nadar de seguro que se ahogará. Estamos en medio de naufragios espirituales y muchos se están ahogando, y tú puedes ser el próximo.

C. Invitar al arrepentimiento, al cambio y entrega total al Señor en vida y en oración. 1Tesalonicenses 5:17.  “Orad sin cesar.”

Que Dios nos bendiga.

Mainor Pérez Medina

ALGO DE TÉCNICAS DE APRENDIZAJE

Recuerden que hay varias técnicas para aprender que son sencillas. El éxito está en el deseo de aprender y honrar a Dios.

1. Puedes escribir los libros en una tarjetita o pedazo de papel y leerlos cuantas veces sea necesario, donde quiera que estés, hasta aprenderlos. (Técnica Visual)

2. Puedes grabarlos en un equipo y escucharlos cuantas veces necesites hasta aprenderlos. (Técnica Auditiva)

3. Puedes escribirlos en una hoja tantas veces necesites, llevando el orden de los libros, hasta que los aprendas. Si todavía no los dominas, empieza otra hoja. Mientras los van escribiendo y escribiendo, léelos mentalmente hasta que finalmente los aprendas. (Técnica Motora)

4. Palabra Perchero:

Cuando estaba en el colegio aprendí la técnica conocida como “Palabras Perchero” del profesor Romero. Consiste en crear una palabra con la primer letra, sílaba o con las primeras tres letras de las palabras que quieres aprender. Por ejemplo: Cuando aprendimos los Tejidos del cuerpo humano memorizamos la palabra perchero “Epicomunerli” y ya teníamos todos aprendidos. 1. Epitelial. 2. Conectivo. 3. Muscular. 4. Nervioso. 5. Líquido.

Paso No. 1.

Si queremos aprender los libros de Los Profetas Menores tenemos la palabra perchero “Os-jo-am-ab-jon-mi-na-ha-so-hag-za-ma” Se divide en tres partes para memorizarlos mejor; “Osjoam, abjonmina, hasohagzama”

Paso No. 2.

Ahora tendríamos que aprender esas palabras perchero y el procedimiento sería usar cualquier técnica de las anteriores, o sea la Visual, Auditiva, o Motora.

Bien mis hermanos, si tienen alguna duda escriban o llámenme.

Una vez más bendiciones.

Mainor Pérez Medina

TIENE AL PADRE Y AL HIJO

TIENE AL PADRE Y AL HIJO

Quiero iniciar este artículo con el relato de una anécdota muy interesante que cautivó mi mente y corazón cuando la leí por primera vez por el Internet. Este relato se titula ¡El HIJO!, ¡EL HIJO!, ¿QUIÈN SE LLEVA AL HIJO?” y dice así:

“Un hombre rico y su hijo tenían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección, desde Picasso hasta Rafael. Muy a menudo, padre e hijo se sentaban juntos a admirar las grandes obras de arte.

Cuando el conflicto de Vietnam surgió, el hijo fue a la guerra. Fue muy valiente y murió en la batalla mientras rescataba a otro soldado. El padre recibió la noticia y sufrió profundamente la muerte de su único hijo. Un mes más tarde, justo antes de la Navidad, alguien tocó la puerta. Un joven con un gran paquete en sus manos le dijo al padre: “Señor, usted no me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. Él salvó muchas vidas ese día, y me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atravesó el pecho, muriendo así instantáneamente. El hablaba muy a menudo de usted y de su amor pro el arte. “El muchacho extendió el paquete: “Yo se que esto no es mucho. Yo no soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto.” El padre abrió el paquete. Era un retrato  de su hijo pintado por el joven soldado. El contempló con profunda admiración la manera  en que el soldado había capturado la personalidad de su hijo en la pintura. El padre estaba tan atraído por la expresión de sus ojos  de su hijo que los suyos propios se inundaron de lágrimas. Le agradeció al joven soldado y ofreció pagarle por el cuadro. “Oh no señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mí. Es un  regalo”. El padre colgó el retrato arriba de la repisa de su chimenea. Cada vez que los visitantes e invitados llegaban a su casa, les mostraba el retrato de su hijo antes de mostrar su famosa galería. El hombre murió unos meses más tarde y se anunció una subasta para todas las pinturas que poseía. Mucha gente importante y de influencia acudió con grandes expectativas de conseguir un famoso cuadro de la colección.

Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo. El subastador golpeó su mazo para dar inicio a la subasta. “Empezaremos los remates con este retrato de el hijo. ¿Quién ofrece por este retrato?” Hubo un gran silencio. Entonces una voz del fondo de la habitación gritó: “¡Queremos ver las pinturas famosas! ¡Olvídese de ésa!” Sin embargo el subastador persistió: ¡Alguien  ofrece algo por ésta pintura? ¿$100.00 dólares? ¿200.00 dólares?”  Otra voz gritó con enojo: “¡No venimos por ésta pintura! Venimos a ver los Van Goghs, los Rembrants. ¡Vamos a las ofertas de verdad!” Pero aún así el subastador continuaba su labor: ¡El Hijo!, ¡El Hijo!, ¿Quién se lleva el Hijo?”

Finalmente, una voz se oyó desde muy atrás del cuarto: “¡Yo doy diez dólares por la pintura!” Era el viejo  jardinero del padre y del hijo, siendo éste muy pobre, era lo único que podía ofrecer.  “¡Tenemos $10 dólares!”, “¿Quién da 20?” gritó el subastador. “¡dásela por $10! ¡Muéstranos de una vez las obras maestras!” dijo otro exasperado.” “10 dólares es la oferta! ¿Dará alguien 20? ¿Alguien da 20?” La multitud se estaba poniendo bien enojada. No querían la pintura de El Hijo. Querían las que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones. El subastador golpeó por fin el mazo: “Va una, van dos, ¡Vendida por $10 dólares!” Un hombre que estaba sentado en segunda fila gritó feliz: “¡Ahora empecemos con la colección!” El subastador  soltó su mazo y dijo: “Lo siento mucho damas y caballeros, pero la subasta llegó a su final”.

“Pero, ¿qué de las pinturas?” le dijeron, “Lo siento dijo él… cuando me llamaron para conducir esta subasta, se me dijo de un secreto estipulado en el testamento del dueño. Yo no tenía permitido revelar esta cláusula hasta este preciso momento. Solamente la pintura de EL HIJO  sería subastada. Aquel que la comprara heredaría absolutamente todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas. ¡El hombre que compró EL HIJO se queda con todo!”

¡Qué inesperada sorpresa!  ¿Podría alguien haber tenido la más remota idea de lo que acontecería ese día? No, jamás, nadie tenía ni la menor noción de lo que representaba para aquel rico aquella pintura de su hijo. Para este padre nada tenía valor semejante al cuadro de su hijo, ni todo lo que poseía era tan valioso para él como aquella pintura de su amado hijo. Y qué decir de Dios, de la Majestad divina, del Padre de amor y misericordia, de esperanza y salvación, quien ha dado todas las cosas a su Hijo y demanda que todos le honren. Al constituir a su Hijo  heredero de todo, ha querido que en su Hijo se reúnan todas las cosas de lo que está arriba en el cielo y lo que está abajo en la tierra. Todo lo hizo para su Hijo. No había otra razón para crear el universo infinito, las galaxias, las estrellas en el firmamento; para crear los ángeles  y arcángeles y todo ente  viviente, en todas las dimensiones de vida existentes. No hay otra razón para que exista el sol y la luna, lo grande y lo pequeño. Lo alto y lo bajo, lo ancho y lo profundo. Todo fue creado por él y para él. Para que el Hijo de Dios tenga en todo la preeminencia. Al Dios excelso y soberano le plugo revelar su santísima voluntad por medio de su amado hijo, He. 1:2.

Jesucristo, el hijo de Dios transmitió fielmente el mensaje divino a los apóstoles Jn. 17:8. Luego ellos y otros soldados que quisieron honrar la causa del hijo amado; quien murió en la cruz después de librar una batalla incansable contra el enemigo del género humano, escribieron las enseñanzas de la revelación de Dios dada por el hijo y hasta el día de hoy a quedado en la posteridad la huella imborrable del testimonio de Dios, del santo y puro evangelio, palabra profética inspirada y segura luz (2 Pe. 1:19-21) a la cual debemos respeto y obediencia como bien dijera Pablo a Timoteo en 1. Ti. 4:16.

Si buscamos luz y riquezas aparte de Cristo, nos quedaremos sin nada. Lo perderemos todo, al igual que aquellos sorprendidos coleccionistas, porque el mundo pasará, porque los cielos y la tierra, ardiendo, serán desechos, porque de las cosas primeras no habrá  más memoria. Serán como el tamo de las eras. Los que buscan algo aparte de Cristo, quedarán en la indigencia más grande, en la mayor bancarrota, porque sólo los que tienen al Hijo son herederos de todas las cosas, los que tienen a Cristo y vencen con él, heredarán todas las cosas. Ap. 21:7. Nadie puede decir: “Yo tengo tesoros en el cielo” si no ha subastado al Hijo. Hay una condición básica para contar con el agrado de Dios, como también una sanción para quienes no la cumplen: No honrar a su palabra es rechazarle a Él. Cristo es Él y su palabra, su doctrina es importante por lo que Juan dice: “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese si tiene al Padre y al Hijo” 2 Jn. 9. Aquí está el centro de atención en este escrito, “TIENE AL PADRE Y AL HIJO”. Una pregunta crucial ahora mismo es ¿Cómo podemos usted y yo apreciable lector estar seguros de que realmente Tenemos al padre y al Hijo en estrecho vínculo con nosotros?

La palabra de Dios dice: “porque como el padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que honra al Hijo, no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió” Jn. 5:21-23. La verdad más importante que el Espíritu Santo quiere destacar en este pasaje es la que aparece en el versículo 23: “Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”. Todas las cosas que el Padre le dio al Hijo tienen el objetivo de que Él sea honrado. Asimismo, todo lo que el Padre demanda del hombre es que honre a su Hijo, por lo que categóricamente  podemos afirmar que para tener al Padre y al Hijo DEBEMOS DARLE A CRISTO LA HONRA Y LA GLORIA QUE ÉL SE MERECE.

Esto es trascendente e imperante pero para poder lograrlo hay que aceptar el don gratuito que ofrece Jesucristo y solamente Él. La salvación que Cristo ofrece es un don de Dios para los hombres que no la merecen. No tenemos más que pedirla para recibirla. “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber,” le dijo el Señor a la mujer en Sicar, “tú le pedirías, y él te daría agua viva” Jn. 4:10. La última invitación en la Biblia es la rogativa de gracia de nuestro Salvador resucitado: “Y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” Ap. 22:17. ¡Tome gratuitamente! El agua de vida puede tenerse con sólo pedirla, pero para pedir algo hay que creer y aceptar ese algo como urgente y necesario para nuestra vida. Ésta es una noticia buena para los pecadores en bancarrota.

¿Entonces la Salvación no cuesta nada? La verdad es que no hay nada en todo el universo que haya costado tanto. Le costó al Verbo, quien desde el principio sin principio era Dios, la humillación del exilio del salón del trono del universo, la renuncia a la gloria de la majestad que había sido suya, y la aceptación de una identificación con la humanidad, tan completa que desde entonces y para siempre seguiría siendo el Hijo del Hombre. Al Padre le costó el sacrificio de su Unigénito Hijo, en el árbol del Gólgota. Pero aunque la salvación es el don de gracia de Dios para los pecadores en bancarrota espiritual, la aceptación de ese don, como su provisión, es costosa. Cuesta renunciar a sí mismo, y a mucho de lo que es precioso para nosotros. Pablo, quien pagó el precio con alegría lo definió con expresiones como esta: “Estoy crucificado con Cristo… para mí el vivir es Cristo… Cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdidas por amor de Cristo… No se trata solamente de decir creo y acepto a Cristo, se trata de honrarle, de someternos completamente a su señorío          Lc. 6:46. Hay que renunciar a nuestro yo, y a todo lo que poseemos que nos prive de hacer la voluntad de Dios si verdaderamente queremos honrar a su hijo, y así como aquel hombre rico dio todo lo que tenía al que honrara la memoria de su hijo, nosotros también debemos darle todo lo que está al alcance de nuestras manos al Hijo del Padre Dios para garantizar nuestra comunión con él. Hay una sentencia que debe resonar fuerte, como una trompeta o una clarinada en la mente de toda persona sincera y honesta consigo misma, como también para aquellos que están desapercibidos o indiferentes, según S. 2:12. Pueblos todos, naciones fuertes, hombres todos de la tierra: “Honrad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis por el camino”.

Pasando a otro aspecto importante en esta discusión, es medular también echar una mirada detenida en las siguientes palabras: “Si recibimos el testimonio de los hombres, mayor es el testimonio de Dios; porque este es el testimonio con que Dios ha testificado acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” 1 Juan 5:9-12. El testimonio del Padre es claro y evidente siendo manifiesto en el Nuevo Testamento que Dios nos ha dado para honrar a su Hijo, Jesucristo. Aquí vemos que en el mundo hay sólo dos clases de personas: los que lo tienen todo y los que no tienen nada. Los que tienen al Hijo lo tienen todo; los que no tienen al Hijo, no tienen nada. “El que tiene al Hijo, tiene… El que no tiene al Hijo de Dios no tiene…”   Estas verdades divinas han sido notoriamente concertadas en la palabra de Dios, en las enseñanzas que Jesucristo mismo dio a conocer en su ministerio entre los mortales y que después fueron registradas atinadamente por la inspiración del Espíritu Santo 2 Ti. 3:16,17. Es por eso que afirmamos enfáticamente que para tener al Padre y al Hijo DEBEMOS PERSEVERAR EN LA DOCTRINA DE CRISTO.

No en vano dijo Cristo: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” Jn. 8:31,32 No hay otro camino que identifique al discípulo verdadero de Cristo, o permanecemos en obediencia fiel a su palabra o no, seamos sinceros muchos de nosotros vivimos engañándonos a nosotros mismos creyendo que estamos bien con Dios cuando realmente no perseveramos en su palabra, mire bien lo que implica esta gran verdad divina: “Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por eso sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” 1 Jn. 2:3-6. ¿Cómo anduvo Cristo? ¿Ha seguido de cerca el ministerio de Cristo en los tres años de ardua labor haciendo la voluntad de su Padre? ¿Se identifica usted y yo amado hermano y amigo con aquel Nazareno que dejó sus huellas claramente trazadas para que siguiéramos sus pisadas como enseña Pedro: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” 1 P. 2:21 Te atreverías a decir que estás siguiendo las pisadas de Cristo, que eres luz y sal de la tierra, que predicas el evangelio a toda criatura, que como sigue diciendo el pasaje de primera de Pedro 2.23 cuando te maldicen no respondes con maldición, cuando padeces por causa de alguien no amenazas. ¿Cuál es la prioridad en nuestra vida? Lo material o lo espiritual, ¿qué metas abrigamos en nuestros corazones? La verdad es que muchos de nosotros no somos ni el talón de Cristo y eso debe de preocuparnos para “acercarnos a él piedra viva, para ser edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer continuamente sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo” 1 P. 2:4,5.

En la explicación de la parábola del sembrador, Jesucristo dijo las siguientes palabras: “Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo y en el tiempo de la prueba se apartan…” “Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.” Lc. 8: 13,15. Dos observaciones principales queremos notar, primero, es posible que alguien crea sólo temporalmente v. 13. Pero bien, surge la pregunta inmediata ¿qué significa el término creer? ¿Implica la fe que realmente salva, o es un “creer” sin ninguna asociación a la verdadera fe que obra en pro de la salvación? La palabra “pisteuó” en el nuevo testamento se usa especialmente para denotar la fe por la cual un hombre recibe a Jesús, o sea, una convicción, llena de confianza gozosa, de que Jesús es el Mesías, el Señor y Soberano de nuestra alma, a la que acompaña toda obediencia a Cristo. Pero también es cierto que la misma palabra se puede usar para indicar una creencia superficial como vemos en Stg. 2:19 desprovista de toda convicción personal que se apropie o eche mano de Cristo como nuestro Salvador personal. Es el contexto, el que necesariamente define su uso particular, regla importante de toda exégesis, para establecer el significado de “pisteuousin”, en el versículo 13. El uso de la palabra en el versículo 12 establece el significado que se usa en la parábola, es claro pues, que se trata de creer para salvación: “para que no crean y se salven.” No hay razón alguna para asignarle otro significado diferente a la palabra, aquí habla de aquellos que al inicio de su vida espiritual “creen por algún tiempo” son descritos por el Señor como aquellos que tuvieron en el principio un compromiso sincero de fe. Su caída o falta de lealtad al no perseverar en el camino o doctrina de Cristo no altera el hecho de que su acto de creer, mientras duró era la fe de salvación. Esto nos hace reflexionar seriamente en la necesidad de continuar en la obediencia de la fe Ro. 1:5 para garantizar que cuando vengan las pruebas y todo estado de adversidad a nuestra vida, logremos superarlas en el campo de la batalla y salir victoriosos.

El segundo detalle en el análisis de esta parábola es el hecho al que hace referencia Cristo cuando dice: los que “dan fruto con perseverancia” “hupomoné”; firmeza, paciencia, perseverancia. Son aquellos que “retienen la palabra oída,” o sea que la han oído y guardado versículo 15, en contraste con los que creyeron sólo “por algún tiempo.” Esta última palabra “hupomoné” da la nota clave de la parábola. Es necesario e imprescindible que los que reciben la palabra de Cristo, la retengan; “katechó”, aferrarse, conservar una posesión firme, ceñir intensamente algo. El Señor Jesús, el Hijo de Dios, declara en Jn. 8:51 la necesidad de que un hombre retenga fielmente la palabra salvadora después de haberla recibido: “De cierto, de cierto os digo, que el que guarda (“téreó”, retener, y observar) mi palabra, nunca verá muerte.” Algo similar encontramos en Lucas 11:28, “Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan (“phulassó” guardar, observar.) El contexto, versículos 24-28 indican que observar y retener fielmente la palabra después de oírla y recibirla, es el camino de la redención y salvación continua.

Santiago exhorta a sus hermanos a que continúen recibiendo “con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas”  Stg. 1:21. El apóstol Juan les advierte a sus queridos hijos en la fe en contra de los esfuerzos de los apostatas de desviarlos, de extraviarlos mediante doctrinas falsas, al escribirles: “lo que habéis oído desde el principio (El verdadero evangelio), permanezca en vosotros. Si lo que habéis oído desde el principio permanece en vosotros, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre. Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna” 1 Jn. 2:24,25. No cabe duda pues que el propósito del testimonio escritural de nuestro Señor Jesucristo y de los escritores del Nuevo Testamento es que a la recepción inicial de la palabra del Evangelio debe seguir una retención fiel, si los hombres han de continuar en la gracia salvadora de Cristo, y en la vida eterna de Dios. En otras palabras, si no perseveramos en la doctrina de Cristo, no tenemos al Hijo, ni al Padre, y si no tenemos al Hijo no tenemos la vida, y por ende no tenemos la vida eterna.

Apreciable amigo, hermano y lector en general, esto es serio no es posible tener al Padre y al Hijo si no honramos a Cristo ni perseveramos en su palabra o doctrina.

Finalmente quiero aconsejar con gran efusión a todos mis hermanos en la fe, a usted apreciable lector, cuídese de los que abandonan el testimonio de Dios, no dejes nunca de permanecer bajo la sombra refrescante del Árbol de vida dada en el testimonio fehaciente de la palabra de Dios. Hay muchos mutiladores de la palabra, esos expertos que levantan su burda hacha hermenéutica contra la fuente de ciencia y sabiduría divina, las sagradas escrituras, Juan nos dice una vez más “Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, (Las enseñanzas de Jesucristo y el fundamento Apostólico) no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! Participa en sus malas obras. Que Dios bendiga e ilumine tu camino de fe y justicia, y recuerda si tienes al Hijo, lo tienes todo…

Bendiciones.

Mainor Pérez Medina.